¿Quieres saber las causas de una hernia discal y factores de riesgo? Las hernias discales acostumbran a producirse como el resultado del desgaste diario de la columna vertebral. Pero en ocasiones también existen hernias discales que se forman por una lesión en la misma. Por norma general, las causas que provocan hernias discales se combinan con factores de riesgo que multiplican las probabilidades de su aparición.
Entre las causas más comunes de una hernia discal nos encontramos con:
- La degeneración y el envejecimiento de las articulaciones de la columna vertebral.
- Los microtraumatismos o traumatismos producidos por golpes fuertes y/o movimientos violentos.
- Los movimientos de flexión y extensión del tronco de forma repetida y soportando peso. Es el caso más común de hernias discales en ciertas profesiones e incluso en deportistas.
- El sobrepeso.
- La musculatura de la zona cuando pierde su tono y se atrofia.
Además de las causas que provocan hernias discales nos encontramos también con diversos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrirlas o de que si ya existen empeoren. Algunos de estos factores de riesgo son los siguientes:
- A medida que vamos envejeciendo se dan unos cambios bioquímicos naturales que hacen que nuestros discos intervertebrales se deshidraten y comiencen a secarse, cosa que interfiere y afecta en su resistencia y elasticidad.
- Malas posturas dado que, si se llevan a cabo de forma continuada y repetida, generan todavía más tensión sobre la columna.
- Inactividad, sedentarismo y falta de actividad o ejercicio físico.
- Mala alimentación.
- Toxicidad en el organismo.
Degeneración del disco intervertebral
Cuando la presión que tiene que soportar el disco es mayor a lo que puede tolerar el anillo de fibras que lo está protegiendo se produce el deterioro discal. Este anillo de fibras que protege el disco tiene un mayor grosor en la zona frontal que en la zona posterior. Es por esta razón, que la mayoría de los daños y de las hernias discales se producen en la parte trasera del disco, sobretodo como consecuencia de determinados movimientos mientras cargamos un gran peso. Cuando no empleamos una técnica adecuada al levantar pesos lo que hacemos es arquear la espalda hacia atrás, aplicando una mayor presión en la parte trasera del disco, la más débil, lo que acentúa el riesgo de dañar nuestra columna vertebral.
El dolor ocasionado por una hernia discal, muchas veces, es el resultado de nervios pinzados que se ven rodeados por el núcleo pulposo derramado.
Progresión de una hernia discal
En la formación de una hernia discal existen cuatro etapas bien diferenciadas:
- Degeneración discal: en esta primera etapa se produce una debilitación del núcleo pulposo del disco. En esta primera etapa todavía no se ha producido el abultamiento del disco (hernia).
- Prolapso: en esta segunda etapa cambian tanto la forma como la posición del disco. Es en este momento cuando empieza a formarse un pequeño bulto o protuberancia que puede empezar a rodear la médula espinal.
- Extrusión: durante esta etapa de formación de la hernia discal el núcleo pulposo gelatinoso del disco atraviesa la pared del anillo fibroso, pero aún permanece dentro del disco.
- Secuestración: en esta última etapa el núcleo pulposo pasa a través del anillo fibroso y lo atraviesa, trasladándose al canal espinal, fuera del disco.
En las dos primeras etapas se puede decir que la hernia está incompleta o contenida. Estaríamos hablando, en cambio, de un paso anterior conocido como protusión discal. Las dos últimas etapas sí se corresponden con una hernia discal completa.
Como podemos ayudarte en Barcelona Quiropractic
Si padeces una o varias hernias discales nuestro consejo es que actúes antes de que estas lesiones sigan degenerando. Nuestra experiencia nos muestra como cuando se produce una hernia discal, al tiempo, si no se ha hecho nada para prevenir, éstas empiezan a aparecer en discos intervertebrales de vértebras contiguas. Esto es así porque cuando existe una hernia discal, esas vértebras entre las cuales está la hernia, empiezan a perder su funcionalidad, la cual debe ser asumida por las vértebras contiguas. Esto, a su vez, empieza a generar un desgaste mayor en estas vértebras y, por consiguiente, se propicia un desgaste discal mayor y en menor tiempo.
Es por esto que la quiropráctica, al trabajar directamente sobre la columna y, en consecuencia, sobre el sistema nervioso, ayuda a paliar los síntomas producidos por una hernia discal al desinflamar los nervios y reducir la tensión de la columna. Siempre puedes elegir una alternativa no invasiva para tu organismo y que, además de ayudarte a sentirte mejor y a aliviar los síntomas producidos por las hernias discales, va a hacer que todo tu organismo empiece a trabajar en su máximo potencial, optimizando todas sus funciones corporales.
Si deseas recibir más información no dudes en ponerte en contacto con nosotros llamando al 934 123 433 o bien al 601 059 849. También puedes acudir a una de las visitas informativas gratuitas que hacemos cada semana en Barcelona Quiropractic.
No esperes a que sea tarde y revisa tu columna vertebral. Con el tiempo, ¡lo agradecerás!